La casa está situada en un un entorno de paz y tranquilidad, en el Poniente Granadino, entre olivos y encinas, lleno de rincones mágicos donde evadirse, en el que los vecinos son los pajaros. Hemos conseguido crear un lugar con una intimidad total, ideal para grupos de amigos, parejas y familias con hijos, hay incluso una cabaña en un árbol que hace las delicias de los más pequeños.
Hay un huerto, gallinas, conejos y árboles frutales, además de la piscina, con sus hamacas en las que tumbarse a disfrutar del sol o de los atardeceres, viendo como las golondrinas vuelan sobre el agua.
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